30 de septiembre de 2015

Lovecraft: Mitos de Fuenlabrada

Mitos de Fuenlabrada es una antología de relatos lovecraftianos que me enamoró desde que vi su fascinante portada y que no hizo más que mejorar cuando la tuve en mis manos, pues tiene una edición muy por encima de lo que suele ser habitual en este tipo de libros, algo que espero que quede reflejado en las fotografías.


Son 206 páginas encuadernadas en rústica, tiene algunas ilustraciones en color y la encargada de su publicación ha sido Kelonia Editorial.


Nada más abrir el libro nos encontramos con un desplegable que nos muestra un plano de Fuenlabrada con algunos puntos clave en los que más adelante descubriremos que se desarrolla parte de la acción de los relatos.


Esta antología nace de un concurso organizado por el Ayuntamiento de Fuenlabrada y aunque no estoy al corriente de las normas que rigieron dicho concurso tras leer los relatos hay dos que me quedan claras: Los textos tienen que estar relacionados con los Mitos de Cthulhu y/o con la obra de H.P. Lovecraft y además tienen que desarrollarse (total o parcialmente) en este municipio madrileño.


Y desde luego la antología no podía empezar con mejor pie, si tengo una película lovecraftiana preferida esa es sin duda En la boca del miedo de John Carpenter, por lo tanto imaginar mi sorpresa cuando en este relato protagonizado por un parado cualquiera ojeando libros en un mercado de viejo aparece por ahí un ejemplar escrito por Sutter Cane, desde ese preciso instante el autor captó plenamente mi atención y el relato no hizo sino ganar enteros de ahí hasta su apoteósico final. Para mi este Por la mano del hombre de Juan Miguel G.S. Sánchez es el mejor relato de la antología.


Y lo malo de empezar una antología con el mejor relato es que a partir de ahí todo sabe a menos, este El eremita de Marc Sabaté Clos me ha dejado algo frío, en él un ermitaño de la edad media se enfrenta, temeroso de Dios, a los secuaces de Dagón.


El ojo ciego de Pedro Aibar Crisóstomo es una mirada (nunca mejor dicho) a los astros y las estrellas, uno de los tópicos relacionados con los Mitos de Cthulhu a los que aún queda mucho por exprimir y al que el autor da una nueva vuelta de tuerca.


Me ha gustado el protagonista de este relato, Dionisio es un músico pueblerino al que su música empieza a absorber y cautivar de una forma inexplicable, algo que también sonará a los habituados a la obra de H.P. Lovecraft pero a lo que el autor Josué Ramos ha sabido dotar de un halo de misterio que nos hará disfrutar de su lectura.


Curiosa elección por parte del coordinador de esta antología poner seguidos dos relatos protagonizados por melómanos, en este incluso se menciona al músico por excelencia del universo lovecratiano. De todas formas Los bailarines del crepúsculo de Leandro A. Kreitz es lo suficientemente peculiar como para que no perdamos interés, rara vez un relato lovecraftiano me despierta una sonrisa pero con sus lineas finales este lo ha logrado, ya sabréis porqué aquellos que os lo leáis.


Y si me quejo de falta de originalidad de los relatos hasta ahora (algo que no es necesariamente malo, ya que una antología lovecraftiana tiene que incluir necesariamente ciertos tópicos) en el relato Bookcrossing de Aitor Solar encontramos justo lo contrario, un soplo de aire fresco que sorprende mezclando los libros malditos de los Mitos de Cthulhu con el bookcrossing, muy buen trabajo, especialmente lograda la narración de la espiral de locura en que se sumerge la protagonista.


Volvemos a los topizados aunque el relato me ha gustado, en La herencia Aretxaga de Ma Astrid una joven hereda una casa en Fuenlabrada y pronto descubrirá que su familia no era precisamente popular entre sus vecinos.


A media antología encontramos una serie de ilustraciones a todo color, la calidad de los dibujos es sobresaliente y sus autores son: Pablo Uría, Espi, Hugo Salais, Pablo Ramos, Boris Ramírez, Fran Galán, Jorge Romero y Jorge Hidalgo.


El bibliófilo de Alejandro Morales Mariaca es un relato que bien podría ser una partida de La llamada de Cthulhu, o de El rastro más bien, ya que su protagonista es un bookhound que es contratado por el profesor Ryan Lathotep (¡ejem!) para encontrar un tomo antiguo.


El reflejo de Pepe Gallego es un buen viaje a la locura, una historia algo extraña que nos lleva de la mano por los sórdidos rincones de una mente enfermiza y que no cobra sentido del todo hasta sus últimas líneas.


La bestia sobre el capitel de Diego Freire Cameselle parte de una muy buena premisa, nada más empezar se nos presenta al protagonista como una especie de cazador de Dioses Primigenios y con eso el autor ya me tiene ganado, sin embargo el desarrollo del relato no acaba de estar a la altura de esta premisa inicial y, a pesar de no estar nada mal, no acaba satisfaciendo mis expectativas.


La calamidad de Miguel Huertas nos muestra lo que significa adorar a una criatura de los Mitos de Cthulhu, me ha gustado especialmente porque en su recta final me ha recordado a una partida que jugué de Cultos innombrables (por si alguien tiene curiosidad puede escuchar esta y muchas otras partidas aquí).


El siguiente relato es La herencia de Dahut de Armando Valdemar, empezando el título con "la herencia" y apedillándose el autor Valdemar me ha hecho pensar en una película de infame recuerdo (¡Chuntu!), pero el texto va por sus propios derroteros, este es seguramente el relato más terrorífico de la antología, o por lo menos el que más mal rollo ha logrado transmitirme.


Y si este libro se abría con un gran relato se cierra con otro que le va a la par, el millar de retoños de Carlos J. Lluch nos presenta a un cazador de monstruos que se enfrenta a los vástagos de la cabra negra de los bosques, al millar de retoños de Shub-Niggurath que dan título al relato y que esconden alguna sorpresa que nos dejará con la boca abierta.


Por último encontramos un índice.


Hace un tiempo alguien me decía que escribo poca crítica literaria y yo le contesté que poca no, ninguna. Básicamente porque yo no escribo crítica, yo reseño productos. Eso se nota especialmente en mis reseñas de productos literarios, no me considero en absoluto capacitado para analizar el valor literario de un texto, por eso suelo limitarme a deciros de que trata y que me ha parecido, y por triste que parezca últimamente para decidir si un libro me ha gustado solo tengo que responder a una simple pregunta, ¿me lo he podido acabar? Con los años he perdido paciencia, hoy en día si algo no me engancha rápidamente acaba olvidado en la estantería, tengo tanto por leer que nunca logro convencerme a mi mismo para darle otra oportunidad a algo que he dejado por aburrimiento. Total, que me estoy enrollando mucho para concluir que esta antología me la he leído en un tiempo récord, me ha gustado mucho, si tuviera que poner notas diría que hay un par de relatos que se quedarían en bien, un par a los que daría un excelente (el primero y el último) y para el resto un notable, un gran trabajo que no puedo dejar de recomendaros.

3 comentarios:

Alejandro Morales Mariaca dijo...

Mil gracias por la reseña, se agradece en verdad.
Un abrazo.

kalamardo dijo...

Me ha gustado la explicación de "los valores de crítica" que describes. Aunque me ha gustado mucho más la increíble ilustración de la portada! Gracias por el aporte.

Jaimen dijo...

Gracias por la reseña. No conocía este libro, que ha despertado mi interés no solo por la temática lovecraftiana, sino también porque hace años trabajé en ese municipio madrileño.

Señalar como dato curioso también el hecho de que el protagonista del primer relato del libro se llame Andrés Samudio, que todos los aficionados a la informática retro conocen como autor de numerosas aventuras conversacionales desde los años '80, bajo el sello de Aventuras Dinamic, y tremendamente populares en aquella época en España.

Saludos.