19 de julio de 2016

La fuente de las tinieblas

Muchas ganas le tenía a esta antología de relatos lovecraftianos, La fuente de las tinieblas es la primera aventura en solitario de un autor que se ha ido abriendo camino a base de participar y publicar en multitud de antologías y que ahora ha conseguido, merecidamente, publicar su propia recopilación de relatos.


Son 315 páginas encuadernadas en cartoné y lo publica la editorial EDGE Entertainment.


Aitor Solar es, por si alguien no lo sabe, Entropía, webmaster de Leyenda.net, todo un referente para la mayoría de los internautas aficionados a los Mitos de Cthulhu, una web repleta de buenas críticas de suplementos roleros, de horas de podcast (abandonado pero imperecedero), guardianes y jugadores rebosantes de ganas de enfrentarse a los horrores primigenios (casi cada semana hay partidas de rol on-line) y, principalmente, un foro en el que nos enteramos de todas las novedades, debatimos sobre cualquier locura que se nos ocurra y, sobre todo, nos lo pasamos muy bien desde hace un montón de años.


Pero volviendo al libro que nos ocupa, recuerdo que una vez Entropía comentaba que una cosa que cada vez le cansaba más leyendo antologías lovecraftianas era que el contenido era sumamente repetitivo, lo recuerdo porque es algo que a mi me ha empezado a ocurrir recientemente, es cierto que cuando has leído mucha literatura de este tipo y un relato empieza con alguien heredando una vieja mansión, o con un narrador diciéndonos "voy a morir en breve y quiero dejar constancia de los hechos que me han llevado a esta fatídica situación" no puedes evitar tener la sensación de que eso ya lo has leído, puede que el relato luego nos lleve por derroteros nuevos y originales, pero a priori te encuentras con fórmulas muy trilladas que aunque el autor las esté utilizando con la mejor de las intenciones (sin duda para homenajear a H.P. Lovecraft) al lector más avezado en este tipo de lecturas le costará reprimir la sensación de estar leyendo más de lo mismo. Total, que tengo la sensación de que en esta antología el autor lucha precisamente por huir de esta fórmula y, por tanto, se enfrenta al reto de ofrecernos relatos originales.


Antes de cada una de estas historias encontramos una ilustración de un rincón cualquiera de Fontenebra, la ciudad imaginaria en la que se desarrollan las historias de esta antología.


El primer relato es La voz de la razón, aquí un médico visitará, en un viejo hospital abandonado, a un paciente descarriado.


Rito estival nos traslada al club de moda de Fontenebra, donde una de las gogos va a vivir la noche de su vida.


El lienzo de Pickman debe su nombre a la chica que deja que un artista, heredero artístico del famoso pintor creado por H.P. Lovecraft, dibuje sobre ella sus más macabras creaciones.


El herror de Dunwich es un profundo relato en el que dos frikis debaten sobre una desastrosa traducción de uno de los textos más emblemáticos del autor de Providence, y mucho cuidado, leer este relato en un lugar público puede llevarnos a mirar con cierto recelo a algunas de las personas que nos rodean.


En el siguiente relato, El antiguo símbolo, comprobamos que las cosas no son siempre lo que parecen.


Litopedion es una historia narrada de una forma muy curiosa que se centra en la ilustración de la portada de un libro.


El mundo interior conseguirá que los que viváis en el típico bloque de apartamentos con piscina miréis con tristeza y anhelo por vuestras ventanas.


La sombra bajo Diógenes me ha impresionado, ha sido como ver mi propio futuro, por el título ya sabréis por donde van los tiros.


El cuclillo de los pájaros daltónicos es uno de esos que rompen el canon establecido y me gusta cómo lo hace, en el se nos describe cómo se ha adaptado a los tiempos modernos una raza que la humanidad cree desaparecida hace años.


Cuentacuentos es un claro ejemplo de a lo que se refiere el autor cuando describe esta antología como de terror urbano y cotidiano, aquí nos encontramos una situación que la mayoría de vosotros viviréis cada fin de semana y le da una vuelta de tuerca que nos dejará pensando en el poco control que tenemos sobre lo que nos rodea.


En vías de extinción nos muestra a un reducido grupo de activistas medioambientales luchando contra la proliferación urbanística, y bueno, a otro grupo luchando por evitar su extinción.


Por el título de este relato, Las erratas en las paredes, pensé que me encontraría un homenaje al relato cuasi homonimo de H.P. Lovecraft, pero nada más lejos de la realidad, aquí estamos, en el fondo, ante una trabajada reflexión sobre el verdadero significado de una de las frases más famosas de los Mitos de Cthulhu: Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.


De antenas y cabrones hace un ejercicio complicado, trasladar a la época actual y a esta ciudad dormitorio en la que transcurren todos los relatos las comunidades aisladas y endogámicas que protagonizan algunos de los relatos más terroríficos de la ambientación lovecraftiana.


Linea nigra es para mi uno de los mejores relatos de esta antología, aquí sabremos qué ha sido de otra de las razas emblemáticas de los Mitos de Cthulhu.


Y la traca final de esta antología la encontramos en El festimal, una historia muy potente con un final genial que consigue cerrar de forma magistral este libro.


Es un detallazo que el autor haya querido explicarnos la semilla de cada relato, a mi personalmente es algo que me ha encantado y que me gustaría que se hiciera más a menudo, encuentro fascinante leer esta breve explicación del autor tras cada historia y ver qué hay de acertado en lo que me han transmitido a mi estos textos.


Este breve epílogo no hace más que confirmar lo interconectadas que están todas las historias de este libro, demuestra con un toque de humor la mar de acertado que no solo comparten población sino que, en definitiva, forman entre todos un conjunto que ahora se me antoja inseparable, espero que aquello que yace bajo Fontenebra tarde eones en despertar y deje cierto margen al autor para seguir explayándose con lo que ocurre sobre la superficie.


Por último encontramos el índice con los relatos.


En definitiva esta es una antología de la que me esperaba muchísimo y que no me ha defraudado lo más mínimo, me alegra mucho que el autor haya empezado tan fuerte y espero que eso le abra las puertas a seguir publicando, darle una oportunidad porque creo que lo disfrutaréis.


PS: Empiezo el periodo vacacional bajando el ritmo de publicación a una reseña por semana, espero leer mucho durante este veranito y así tener un montón de cosas de las que hablaros a mi vuelta, de momento el que me estoy acabando de leer actualmente espero reseñarlo la próxima semana, y en cola tengo Los gules del Miskatonic al que también le tengo muchísimas ganas, veremos qué tal está, ¡buenas vacaciones a todos!

3 comentarios:

kalamardo dijo...

Buen periodo estival!

Anónimo dijo...

Hace tiempo que también estaba empezando a estar hastiado de recopilatorios de los mitos. A ver si Entro me devuelve el entusiasmo.

Tiene buena pinta el libro.

Saludos.

Grinar dijo...

A mi los dos primeros relatos me han gustado. Por ahora una buena compra.