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3 de octubre de 2018

Edén

Hace tiempo que aquí y allá oigo hablar del juego de rol Edén, y no sois pocos los que me habéis dicho que en él aparecen elementos lovecraftianos muy potentes, pero si os digo la verdad cuando cayó en mis manos actuaron los prejuicios y la falta de tiempo y concluí precipitadamente que había poco más que un namedropping de manual. Como dicen que es de sabios rectificar voy a hacerlo, porque os aseguro que no podía estar más equivocado...


Son 228 páginas y solo lo tengo en formato electrónico, lo ha publicado la editorial Nosolorol y es obra de Gabriel Soriano con ilustraciones de Raúlo Cáceres, aunque no se si sería más correcto decir que esto es obra de un genio o un loco, porque tela marinera, ¡lo que hay metido en este juego de rol!


Y es que en esencia... ¡está todo! Joder, yo soy monotemático en lo que a compras se refiere (por pura limitación económica y de espacio) pero me gustan muchísimas cosas, y resulta que casi todas ellas acabas encontrándolas en este juego de rol, hay tantas cosas que no se ni por donde empezar a explicaros...


Supongo que lo principal es decir que los personajes jugadores van a ser cavernícolas en un mundo extraño, bueno, es que extraño se queda muy corto. Un mundo en el que podemos encontrar criaturas alienígenas que unos adorarán y otros temerán, monstruos mitológicos (hasta Godzilla aparece por ahí) y reales (como dinosaurios), todo tipo de culturas antiguas (egipcios, nórdicos, aztecas, etc.), hombres serpiente, Predators (jeejee si, seriously), y criaturas lovecraftianas a mansalva.


El sistema de juego también es de creación propia, el autor ha querido ser retro y ofrecernos un juego que beba aparte de todo lo existente, ambientación única y sistema propio, tal como eran casi todos los juegos que comprábamos en los noventa. Es un sistema sencillo que consiste en tirar tres dados y quedarnos de los tres con el que se corresponda a lo que estamos tirando (el resultado mayor, el intermedio o el inferior), por ejemplo en una habilidad que dominemos mucho nos quedaremos el mayor, de hecho en la ficha marcaremos en las habilidades qué tipo de dado nos quedaremos cuando hagamos tiradas de la misma. Una cosa que me ha gustado bastante es el uso de puntos de acción durante el combate, me recuerda mucho a los videojuegos de estrategia por turnos, las diferentes acciones que vayamos haciendo consumirán puntos de nuestra iniciativa y eso convertirá el combate en un ejercicio táctico que igual cuesta al principio pero que no tengo la más mínima duda de que fluye perfectamente cuando todos los jugadores están habituados. No lo he probado, pero me encantaría hacerlo.


Otra cosa que destaca de este libro es su arte, mira que no me convenció la portada pero el arte interior es increíble, espectacular, no me extraña que su autor (Raúlo Cáceres) esté ilustrando novelas gráficas en USA (ha hecho portadas incluso para el Providence de Alan Moore).


Pero vuelvo a la ambientación, que es lo que realmente te vuela la cabeza cuando te lees este juego de rol, es una ambientación que el propio autor define como de cavernícolas vs alienigenas, cuesta imaginarse realmente a hombres y mujeres de las cavernas descubriendo a los grises y sus ovnis, pero os aseguro que la lectura de este libro rompe todos los esquemas y prejuicios que podamos tener al respecto, la ciencia ficción es retro y el nivel de conspiranoia es abrumador, si ya puede ser así en partidas actuales imaginaros cómo puede ser si los protagonistas son cavernícolas.


Si me pusiera a escribir sobre las diferentes razas, zonas y entidades que pueblan Edén no acabaría nunca, por lo que voy a centrarme en los elementos más lovecraftianos, o los más relacionados con los Mitos de Cthulhu, que lo hay y muchos.


Una de las razas extraterrestres predominantes son los Aklo, unos trasuntos de los Yithianos que poseen cuerpos ajenos y que adoran a Hastur, otra de estas razas son los Reptilianos, cuya relación con los Mitos de Cthulhu es más bien tangencial pero oye, estoy dirigiendo la campaña The Two-Headed Serpent hoy en día, por lo que para mi son bichos muy lovecraftianos. Los Annunakis serían los dioses propios de la cultura sumeria pero están por ahí Dagón, Nodens o Tekeli-li por ejemplo. Y los Hierofantes son una especie de trasuntos de los Cenobitas de Hellraiser, que no me podéis negar que algo de lovecraftianos tienen también...


Respecto a las civilizaciones hay de todo, cada región del mapa (que podéis ver al final de esta foto-reseña) está bien descrita por lo que cada cual puede acabar dirigiendo sus partidas en su zona favorita del mundo (da igual la cultura que te guste, está aquí seguro), y como ejemplo las regiones de Las Tierras de la Locura, en las que encontramos lugares como Carcosa o Arkan y personalidades anunnas como Nodens y su hermana Tekeli-li, esta última enloquecida por culpa del Signo Amarillo, estas tierras de la locura son gobernadas por el Rey de Amarillo y su cohorte está formada mayoritariamente por adoradores de Hastur, por lo que es una zona perfecta para hacer encajar las partidas más terroríficas relacionadas con los Mitos de Cthulhu, vamos, es un lugar en el que no sería raro ver a Camilla o al Extraño con su máscara pálida.


Al final del libro, tras unos consejos dirigidos a cualquiera que quiera dirigir en este mundo, encontramos tres partidas, algo que siempre digo que es esencial en todo básico que se precie y aquí lo es más que nunca, pues estamos ante una ambientación tan peculiar que no hay nada mejor que algunas partidas de ejemplo para que nos hagamos una idea de lo que tenemos entre manos. Además son tres partidas tan diferentes entre sí que vemos lo muchísimo que podemos sacar de este libro, bueno, en esencia os diría que la única limitación la tenemos en que los personajes jugadores son cavernícolas *, porque por lo demás tenemos elementos en la ambientación para crear y jugar cualquier tipo de aventura que se nos ocurra.

* Y ni eso, porque nada impide que nuestros cavernícolas acaben aprendiendo a pilotar un ovni y a utilizar pistolas de rayos láser, que no es un tipo de opción que a mí, como director de juego, me interese lo más mínimo, pero ahí está.


De hecho os decía antes que es un juego de rol lovecraftiano, pero también puede no serlo, porque nos da herramientas para hacer lo que nos de la gana, aquí tanto va a funcionar una partida de investigación en la que se vayan descubriendo los elementos de horror cósmico que juegan con la mente de los personajes y de su tribu en un estilo clásico y purista, o podemos meternos a repartir leches en una mazmorra al más puro estilo Robert E. Howard.


En cualquier caso es un juego esencialmente Pulp que no pretende para nada ser histórico a pesar de contar con mil elementos cogidos directamente de los albores de la humanidad, es una mezcla tan curiosa que parece increíble que funcione, pero funciona porque el autor se ha tragado todo tipo de libros, películas y juegos y ha sabido amalgamarlo todo con un toque personal (que le gustan los Mitos de Cthulhu es evidente) y muchos años de cocción a fuego lento.


Yo soy muy fan de cualquier que logre escribir un juego de rol, incluso un escenario, a mi me parece todo tan complicado que admiro a todo aquel que lo logra, pero este caso es especialmente reseñable, el currazo que hay tras este libro es increíble y solo deseo que empiecen a salir suplementos ya, sobre todo porque si hay alguno que profundice en los elementos más lovecraftianos de la ambientación voy a ser el primero en comprárselo.


3 comentarios:

  1. He estado jugando habitualmente desde que salió, y es verdad que la ambientación y los dibujos de Raulo son tremendos. Hemos jugado tanto partidas de acción matando bichos, como de investigación o misterio. Y por supuesto, el toque lovecraftiano muy presente en varias de estas incursiones. ¡Me sumo a eso de que saquen algún suplemento!

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  2. ¡Que envidia! A mi para dirigir no me da la vida, pero me encantaría jugarlo...

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  3. Eden es lo que Satarichi pretendía ser y nunca logró.

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